El DNS es una de las aplicaciones fundamentales de Internet, con una función primordial: la de traducir los nombres de los hosts en direcciones IP. El servicio de nombres de dominio es una gigantesca base de datos distribuida a nivel mundial que funciona sin pausa, está constantemente actualizándose y resuelve las consultas en tiempo real (¿qué más se puede pedir?).
El DNS se basa en la arquitectura cliente-servidor. En su consulta más frecuente, los clientes piden resoluciones de nombres de dominio y los servidores las contestan indicando sus direcciones IP. La comunicación entre ambos se realiza a través del UDP.
En esta sesión práctica vamos a aprender a instalar un servidor DNS y a hacer uso del mismo. Esto genera varias ventajas. La primera y la más interesante es que las consultas son resueltas utilizando un nodo local (en nuestra sub-red), con lo que el tiempo de acceso se minimiza cuando este nodo almacena en su caché una resolución previa. La segunda es que descargamos de trabajo al resto de servidores de la jerarquía, cosa que algunos administradores nos agradecerán. También aprenderemos a realizar consultas de diversa índole con el objetivo de aprender qué posibilidades ofrece el sistema DNS.