Todos los medios de transmisión atenúan las señales que transportan. Esta atenuación produce un decremento en la energía que transporta la señal y por tanto, cuanto más alejados están el emisor y el receptor, menor sería dicha energía.
La cantidad de energía que se pierde durante la transmisión depende del tipo de medio* y de la frecuencia de la señal. Generalmente, las señales de mayor frecuencia se atenúan más que las señales de menor frecuencia [18]. Por este motivo, por ejemplo, cuando nos acercamos a un lugar donde hay un concierto de música escuchamos primero los sonidos de más baja frecuencia (el bombo de la batería) y posteriormente el resto de instrumentos.