Los rayos infrarrojos se comportan de una forma muy parecida a la luz: se reflejan con facilidad y no atraviesan los cuerpos opacos. La capacidad potencial de un enlace de infrarrojos es muy grande (véase la Figura F.1), pero no se pueden usar en exteriores a la luz del día porque el sol emite tanta potencia en la banda visible como en la infrarroja [31]. Además, cualquier cuerpo caliente es también una fuente de rayos infrarrojos y constituye una fuente de ruido. Sin embargo, dentro de los edificios, habitaciones, etc., los enlaces de infrarrojos se usan desde hace tiempo para controlar el televisor, el vídeo, etc, y comienzan a ser una forma factible de evitar los cables del ratón, impresora, etc.*