Las primeras computadoras eran extremadamente caras y debían ser compartidas por muchos usuarios a la vez para justificar su construcción. En esta situación cada usuario usaba un terminal “tonto” (con poca potencia de cálculo) para conectarse al host principal, “el mainframe”. Para que los usuarios pudieran usar los recursos del host principal se escribieron una serie de aplicaciones de red que perduran hasta nuestros días. De estos programas, los más interesantes son Telnet y Ftp.